Que es la Energía.
En un sentido general, la energía es la
capacidad que tiene un cuerpo o sistema de producir algún cambio en sí mismo o
en otros. Cambios que pueden ser tanto físicos como químicos: desplazamiento,
calor, luz, reacciones químicas, variación de estado, etc. Es una propiedad
asociada a los cuerpos que está presente en todas las transformaciones que
tienen lugar en la naturaleza y es fundamental para el desarrollo de la vida.
Características y principios de la energía.
Cumple el
principio universal de conservación: no se crea ni se destruye, sólo se
transforma en otra o se transfiere a otro cuerpo. De manera que la energía
total de un sistema aislado siempre se mantiene constante, lo que constituye el
primer principio de la termodinámica.
Sin
embargo, cuando una energía se transforma en otra, se produce calor aunque no
interese su obtención. Es decir, que en todo proceso de transformación hay una
parte de la energía que se degrada al no ser utilizada, aunque no se destruya.
A este hecho se le se conoce como el principio de degradación.
Evolución del uso de la energía
La primera evidencia que
se tiene del uso de una fuente de energía externa por parte del ser humano
llegó hace un millón de años con descubrimiento del fuego. Un hito que dio el
pistoletazo de salida de una larga carrera, que hoy continúa, por explotar los
recursos energéticos.
Fueron necesarios varios
miles de años para que el ser humano aprendiera a controlar el fuego a su
antojo siempre que necesitara calentarse, cocinar o defenderse de las bestias.
Ya en el Neolítico, los
seres humanos aprendieron a cultivar plantas y a domesticar a los animales,
asegurándose una fuente constante de alimento que les permitió abandonar la
vida nómada.
Más tarde, el desarrollo
de la alfarería y el posterior hallazgo de la metalurgia, implicaron la
combustión de madera y carbón vegetal de forma intensiva.
La invención de la rueda
(3500 a.C.) y de la vela facilitó el transporte por tierra y mar. La primera,
explotando la fuerza animal; la segunda, la energía del viento.
En la Edad Media
surgirían los molinos hidráulicos y de viento, para moler cereales o bombear
agua. También empezó a proliferar el uso del carbón como fuente de energía por
combustión frente a la madera.
A China se le debe el
descubrimiento de la pólvora a finales de la Edad Media, que otorgaba un gran
poder destructivo a partir de la energía química que almacena.
A finales del siglo
XVII, tienen lugar importantes progresos en la Física y la Química, que darían
lugar al desarrollo de la máquina de vapor, pilar de la Revolución Industrial
en el XVIII. Sus aplicaciones en el transporte marítimo y en el ferrocarril se
generalizaron a nivel mundial.
La combustión de la
madera sostuvo hasta mediados del XIX este desarrollo hasta que, primero con el
carbón y después con el petróleo, los combustibles fósiles tomaron un
protagonismo que aún perdura.
Los conocimientos sobre
Electricidad y del Electromagnetismo hicieron posible transformar la energía
eléctrica en mecánica. Así llegaron los motores de corriente eléctrica
continua, después alterna, el transporte de la electricidad, el alumbrado
eléctrico, etc.
A finales del s. XIX,
Nikolaus August Otto inventaría el motor de combustión interna, que dispararía
la demanda de petróleo, que desbancaría a la de carbón. A la vez, el consumo de
electricidad seguiría creciendo alimentado por las centrales hidroeléctricas y
térmicas.
Las bases de la Energía
Nuclear se descubrirían a comienzos del siglo XX, llevándose a cabo la primera
fisión artificial del átomo de Uranio en 1938 de la mano Otto Hahn. Cuatro años
después, Enrico Fermi construiría el primer reactor nuclear.
Paralelamente, se
desarrollarían sus aplicaciones bélicas, puestas en práctica en las los
bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, y cuya amenaza marcaría la Guerra Fría
entre EE.UU y la URSS durante la segunda mitad del siglo XX.
En el último tercio del
siglo XX y comienzos del XXI, la preocupación por la contaminación, el cambio
climático y la escasez de recursos fósiles, están dirigiendo los esfuerzos
hacia la producción de energías renovables (solar, eólica o de la biomasa,
etc.)
La importancia de la energía
La energía hace que
las cosas sucedan. Cada uno de los cambios que ocurren en el Universo precisa
del concurso de la energía en sus variadas formas. Todos los seres vivos crecen
y se desarrollan gracias a ella, así como las máquinas la necesitan también
para funcionar. Todo lo que hay a nuestro alrededor existe como resultado de la
acción de alguna fuente de energía.
Nuestras funciones
vitales se mantienen por la energía que liberan los alimentos cuando los ingerimos.
Y es la energía la que nos permite desplazarnos, jugar, trabajar… Es el motor
de cada una de nuestras acciones. La vida en la Tierra, en cualquiera de sus
formas, no sería posible sin la energía que nos llega del Sol en forma de la
luz y de calor. Todo lo que ocurre se puede entender en clave de complejas e
infinitas transformaciones de energía y transferencias de un cuerpo a otro
Formas de energía.
La energía
que poseen los cuerpos puede manifestarse de muy distintas formas. Las más
sencillas son las siguientes:
Energía mecánica
Es la
energía que viene determinada por la posición y el movimiento de los cuerpos.
Energía térmica o calorífica
Se debe al
calor producido por el movimiento vibratorio de las partículas que forman la
materia. A mayor temperatura, a más velocidad se mueven las partículas y, por
tanto, más energía tiene.
Energía química
Es la
energía que se libera al reaccionar dos o más productos químicos para formar
otro distinto. Es, por ejemplo, la energía almacenada en los alimentos y que se
libera al ser procesados por nuestro organismo, o la que aparece al quemar
madera, carbón, petróleo u otros combustibles.
Energía nuclear.
Se
encuentra encerrada en el núcleo del átomo de la materia, que se consigue
liberar provocando reacciones nucleares que desencadenen en la ruptura de
núcleos (fisión) o, por el contrario, la unión de núcleos (fusión). La fisión
del Uranio es el proceso utilizado generalmente en las centrales nucleares.
Energía radiante o electromagnética.
Está
presente en las radiaciones y en las ondas electromagnéticas, como pueden ser
luz, rayos gamma, rayos-X, microondas, infrarrojos, ultravioleta, ondas de
radio, de televisión, etc. El hecho de que se puedan propagar en el vacío, sin
necesidad de soporte material, es su principal virtud. El más claro ejemplo es
de la luz que nos llega del Sol.
Energía eléctrica.
Generada
por las cargas eléctricas en movimiento, tiene lugar cuando se altera el
equilibrio entre los electrones y los protones de los átomos. Está asociada a
la corriente eléctrica y es la forma de energía que más fácilmente se puede
transformar en otras. Es la más conocida y presente en nuestros hogares.
ACTIVIDAD.
- Define que es la energía.
- cuales son las características y principios de la energía.
- Elabora un resumen acerca de la evolución de uso de la energía.
- cual es la importancia de la energía.
- Elabora un mapa conceptual sobre las formas de la energía.
- De la imagen que representa una linea de tiempo sobre la historia de la energía, extrae las formas que han sido utilizadas por el hombre para producir energía. Define cada una de ellas.
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